ÐEÐØS QUIETØS

viernes, 26 de diciembre de 2008

Robémonos la noche

Perdámonos en la noche
en su elegante oscuridad,
para aparecer al amanecer
exhaustos de placer.

Robémosle los suspiros a las estrellas.
Robémosle las caricias al viento.
Robémosle los latidos a la luna.

Robémonos la noche.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Dedicatoria a un fantasma

Cuando le dedicas una canción a una persona,

la transformas en un fantasma

que habitará tu mente,

el cual será tu huésped para siempre.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Plagiando tu futuro

¿Y qué hago yo? preguntaste, ¡Nada! te respondí, fue la primera pendejada que pensé al ver que escudabas tus confusiones detrás del título de una canción y para frenar ese bombardeo de preguntas sobre la extinta relación corrompida.

Te entrego mi futuro, no sé que hacer con el, dijiste.

Me llevo tus dudas, no sabes que hacer
te dejo el revolver, lo puedes usar
te dejo los planos de alguna prisión con miles de llaves
me llevo la luna, se quiere venir
me llevo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad
tejo la mitad, toda la mitad y nada más que la mitad de la mitad.

Aquí estoy, sin la mitad de mi vida
un callejón sin salida, viendo la vida pasar
aquí estoy, viendo pasar los segundos,
viendo pasar los minutos viendo pasar el amor
aquí estoy, enredado con la duda, (con tus dudas)
durmiéndome con la luna despertando con el sol.

Hace tiempo vagando por el blog de http://www.diariodeunaobsesion.blogspot.com/ me llamó la atención unas líneas que decían algo así: “Te entrego mi futuro, no sé que hacer con el” (post que creo fue suprimido) me vino la curiosidad de jugar con esa frase, con parte de la letra de dos canciones, “La mitad” de Alejandra Guzmán y “Durmiendo con la luna” de Elefante y una pizca de mis roncos dedos.

Cuando te hacen un obsequio, es algo incierto hasta el momento en que lo abres, cuando una persona te entrega su futuro, a partir de ese instante se convierte en un obsequio incierto. Quizá en algún momento de nuestra vida entregamos nuestro futuro sin darnos cuenta.