Deja que las almas hablen por nosotros,
que los ojos se dediquen a observar
y nuestros corazones a escuchar.
que los ojos se dediquen a observar
y nuestros corazones a escuchar.
-No sé como empezar, -ni yo como terminar, murmuran el proemio y el punto final de un libelo a falta de un poeta que entinte la virginidad de las hojas, que acaricie su blancura con los dedos de pianista poseído."Dicen que un clavo saca a otro clavo"
Y hay quienes curan los agujeros que dejan esos clavos.
Para C.